ULTIMAS ACTIVIDADES

A las nueve nos volvemos a reunir, ya con maletas, para iniciar el último día del viaje. Esta vez hay que decir que casi todos estábamos puntuales, hubo algún rezagado, pero nada grave. Desayunamos mientras hacen la inspección de las habitaciones y nos devuelven la fianza. Las caras: entre el sueño y la pena

Pero aún queda una última visita, la del Palacio Ducal de Gandía, que perteneció una familia española muy influyente durante los siglos XV y XVI, los Borja o Borgia. Es además la única familia española que ha dado Papas españoles, concretamente 2. La figura más importante que vivió en el Palacio de Gandía fue Francisco de Borja, y a él están dedicadas la mayor parte de sus dependencias. Actualmente el palacio pertenece a los jesuitas.

Y ahora ya sí, como se dice coloquialmente, carretera y manta, 400 kilómetros y cinco horas después llegamos a San Cristóbal.

LA FIESTA

Tras la cena nos dejamos convencer por los alumnos para "despedirse a lo grande de Gandía", utilizando sus propias palabras. Se van a la playa, y cuando un rato  nos acercamos por allí, esto es lo que nos encontramos

Tras esta exhibición de baile y buen humor, dejamos que sigan con su fiesta de despedida.

Cullera a lo Hollywood

Nos levantamos prontito, desayunamos y listos para un gran día.
Pablo (el conductor) nos espera para marcharnos al Parque de la Albufera. Nos explicaron un poco de qué iba, cómo y cuándo se formó. También que a partir de los años 60, debido a la industria y los desechos, se fue contaminando gran parte de la Albufera. Ahora, solo le quedan 300 años de vida, así que hay que aprovechar y visitarlo.
Tras la explicación, estuvimos en varios miradores donde intentamos distinguir la especie o el sexo de las aves.
Todo muy bonito, pero lo mejor vino después, cuando llegamos a Cullera. Os lo expongo: comida en la playita (el mismo picnic que ayer y seguro que mañana) mojándonos en el mar y escuchando la brisa y el romper de las olas. ¿Todos han terminado de comer? Sííííí, pues a jugar. Comenzamos con el juego del pañuelo, con alguna que otra caída pero tranquilos, papis, que nada grave, y acabamos con "Toma tomate".
Uno de los mejores días y, ahora, a cenar, a acabar de preparar la maleta y a ver si los profes no dejan despedirnos a lo grande de Gandía (por mí, me quedaba un par de días más, jajaja).

Alba Aguilar.

LAS LLAMAS DE LA CREMÁ

Esta noche en Gandía ha sido la Cremá, la última parte de las fallas, que se queman todos los años por San José. La tradición tiene más de dos siglos y proviene de la costumbre de  los carpinteros de quemar los restos de madera del año en la fiesta de su patrón.

Nosotros hemos estado en la Cremá de una falla de Gandía, cerca de donde nos alojamos. La quema comenzaba a la una y media de la noche y aunque estábamos cansados, hicimos un pequeño esfuerzo por ver ese espectáculo. 

Primero, esta zona se aseguró con la presencia de los bomberos por todas partes y un cordón que impedía a la gente acercarse demasiado a la falla. Después, hicieron estallar una serie de petardos que fueron seguidos de fuegos artificiales; y entre pólvora, luces y humo, la falla comenzó a arder. El fuego aumentaba y los muñecos se quemaban más y más deprisa. El calor se notaba en nuestra cara y con la máxima seguridad, por fin, vimos a la falla derrumbarse por el fuego. En 10 minutos había terminado la cremá. Mucho arroz para tan poco pollo pero un pollo muy sabroso.

Alejandro García González.

Un día emocionante y cansado

Empezamos el día un poco cansados porque algunos no habían dormido lo suficiente...(quién sabe qué habrán hecho)
Todos llegamos puntuales a la hora acordada y fuimos a desayunar; al acabar, nos dieron nuestro picnic para la hora de comer.Antes de entrar al Oceanografic nos hicimos la foto de siempre, sonriendo para disimular el sueño que teníamos.
Vimos animales muy peculiares. Algunos de nosotros no lo habíamos visto nunca, fue emocionante pasar por varios túneles viendo tiburones sobre nuestras cabezas. Al acabar la visita nos dirigimos al autocar con la ilusión de ver la Mascletá pero no había el tiempo suficiente y tuvimos que parar a comer. Después, nos fuimos caminando por un parque donde antes había un río.
Más tarde estuvimos viendo las diferentes fallas que había, caminamos un largo trayecto que nos cansó, así que , cuando llegamos a una estación de trenes que los profes dijeron que era muy bonita,   nos dieron a elegir: si nos queríamos regresar de inmediato al departamento,o si queríamos parar  15 minutos. Por voto mayoritario decidimos llegar cuanto antes al autobús, así que seguimos caminando sin descansar, se hizo el camino un poco mucho largo. Subimos al autocar y regresamos a Gandía. A las 20:30 quedamos para cenar.. en medio de la comida nos reímos mucho hablando con la profe y cotilleando sobre temas un poquito personales, pero nos lo hemos pasado muy bien..! :)

 Escrito por Elizabeth.

Y cansancio del segundo día

Diario del viaje (según los profes)
Muy bien, caras de sueño, pero todos puntuales a la hora del desayuno. Recogemos la comida pic-nic y nos vamos. Llegamos al Oceanographic a las 10:15. He aquí algunas pruebas

Algo más de tres horas de visita entre todos los "bichos marinos" posibles e intentamos llegar a la Mascletà. No puede ser, tráfico cortado, es muy tarde, mejor nos paramos a comer, lo hacemos en el cauce del río. Tranquilas, familias, es el antiguo cauce del río reconvertido en parque.
Nos ponemos de nuevo en camino para ver Valencia. Tras 30 minutos caminando, los chicos sacan su mejor sonrisa para las fotos, pero empiezan las primeras quejas. Aún así continuamos, al fin y al cabo no todos los años estamos en Valencia en estas fechas

Las caras hacia final de la visita prácticamente suplicaban que  terminásemos lo antes posible. Lo cierto es que ya sólo tenían ganas de llegar al hotel y descansar un ratito. En realidad son unos valientes, se han portado fenomenal y han hecho todo lo que teníamos previsto. Nuestra sensación es que les ha gustado más el Oceanographic que Valencia, a ver qué cuentan ellos.

Pero el día aún no ha terminado

Emociones de un primer día

Después de dejar las maletas y organizar los apartamentos, nos fuimos a la playa a refrescarnos los pies (hacerles fotos) y a dar un paseo por la arena.

Después de haber probado el agua salada y de que nos mojasen los pantalones (algunos bromistas), descubrí  (yo, Cecilia) la piscina que tenía el hotel y tras mojarnos otra vez los pies, volvimos a nuestro apartamento y nos prepararnos para ir al centro de Gandía.

En las que parecen ser las segundas fallas más importantes (después de las de Valencia), dimos vueltas por el casco histórico mientras veíamos las fallas .

Un poco cansados y hambrientos cogimos otra vez el autobús para ir a cenar al hotel en el que nos tuvieron que abrir una sala porque había demasiados abuelos del IMSERSO. Terminamos de cenar y nos hicieron depositar una fianza por si causábamos algún desperfecto (desconfiados), los profes nos explicaron nuestros planes del día siguiente y nos dieron tiempo libre (más o menos hasta ahora) para volver a "dormir" sin armar mucho escándalo.
Primer día bastante bueno, con la emoción de la llegada y con buen tiempo...¿mañana? no sé aunque tampoco os podré dar mi opinión. Hasta que vuelva a escribir.
Cecilia ;)